EL EDIFICIO

El Museo Sitio de Memoria ESMA funciona en el Casino de Oficiales de la ESMA, un edificio de 5.390 m² inaugurado en 1948 como lugar de esparcimiento y recreación de la alta oficialidad de la Armada. Es una construcción integrada por un pabellón independiente, tres plantas en peine, sótanos y una gran buhardilla.

La ESMA fue el centro clandestino más emblemático de Sudamérica. Por su dimensión edilicia, su ubicación en pleno tejido urbano, la convivencia de los marinos con los detenidos desaparecidos y por sus peculiaridades concentracionarias de reclusión y de exterminio, su función desbordó las propias fronteras convirtiéndolo en patrimonio de valor excepcional universal.

Desde los años de la dictadura, el Casino de Oficiales sufrió numerosas acciones y amenazas destinadas a borrar las huellas de su funcionamiento como centro clandestino. Gran parte de las modificaciones se realizaron en 1979 para ocultar el campo de concentración ante la visita de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) a la Argentina, como consecuencia de las denuncias realizadas por sobrevivientes y familiares de las víctimas. Entre las principales transformaciones se encuentran el retiro del ascensor, el tramo de escalera desde hall de acceso hacia el sótano y el agregado de galerías en los patios Norte y Sur. La Armada, que administró el edificio hasta 2004, entregó el lugar al Estado argentino completamente vacío y en total deterioro.

Sin embargo aún conserva las marcas y huellas que son evidencias de la existencia del centro clandestino de detención, tortura y extermino (CCDTyE).

LOS TESTIMONIOS

Los sobrevivientes del plan sistemático de desaparición de personas representan las voces que dieron a conocer al mundo lo que sucedió en Argentina desde el comienzo mismo de la dictadura. Sus testimonios permitieron identificar a miles de desaparecidos, descifraron nombres de los perpetradores, describieron el exterminio de miles de prisioneros en los denominados vuelos de la muerte e identificaron a las mujeres embarazadas que eran mantenidas con vida hasta el momento del parto.

Hoy el guión del Museo Sitio de Memoria ESMA se basa en la voz de los sobrevivientes: una de sus principales colecciones. La decisión de apelar a los testimonios de los juicios fue una de las principales elecciones curatoriales de la muestra: la verdad jurídica produce un sentido social inapelable y contribuye a la construcción de los consensos sobre el “Nunca Más”.

El acervo documental cuenta con más de 700 testimonios homologados ante la Justicia argentina. Los testimonios se produjeron en las causas por crímenes de lesa humanidad durante la Comisión Nacional de Desaparición de Personas (CONADEP) de 1984, el Juicio a las Juntas de Comandantes de 1985 y en los Juicios realizados desde la reapertura del proceso de Justicia en 2004.

El archivo testimonial del Museo es actualizado en forma permanente debido a que los sobrevivientes continúan declarando ante la Justicia, generando nueva información.

La exhibición expone solo una parte de la colección de los testimonios. El acervo completo sirve como fuente documental de las producciones artísticas que se realizan para las actividades y muestras temporarias.

LAS MARCAS

Los edificios son un documento escrito en el tiempo y el espacio. Al igual que otros documentos pueden despertar múltiples lecturas, pero los edificios no hablan si no son sometidos a un estudio riguroso y sistemático.

El Museo Sitio de Memoria ESMA tiene marcas e inscripciones realizadas por los detenidos desaparecidos durante el período de funcionamiento del centro clandestino.

Existen distintos tipos de grafías en muros, estructuras de hierro o de madera. Hay incisiones realizadas con algún tipo de elemento punzante e inscripciones de tinta o grafito. Se han detectado nombres, números de teléfonos, iniciales de personas, inscripciones de partidos políticos, fechas y dibujos.

Todas las marcas poseen enorme valor histórico, patrimonial y probatorio en los juicios de lesa humanidad. Pero aún hoy se encuentran bajo una rigurosa investigación arqueológica que confronta diversas fuentes de información como planos, fotografías, croquis y documentación desclasificada con testimonios de los sobrevivientes que permanecieron secuestrados en este lugar. El trabajo es realizado por el Equipo de Arqueología y Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria de la Secretaría de Derechos Humanos de la Nación.