Este es uno de los lugares más desconocidos de la ESMA. Era la residencia destinada a quien ocupaba el cargo de director de la Escuela de Mecánica de la Armada. Aunque no contamos con fotografías de época, sus dimensiones permiten saber que se trató de una lujosa vivienda.
Durante el período 1976 y 1979, el director de la ESMA fue Rubén Jacinto Chamorro. Utilizó la casa para alojarse y con frecuencia invitó a su familia a pasar los fines de semana. Entre 1976 y 1977, su hija invitó a almorzar y a pasar el día a la ESMA a una compañera de la escuela, Andrea Krichmar.
En este lugar podemos ver en una pantalla, el testimonio durante el Juicio a las Juntas de 1985 de Andrea Krichmar donde describe que pudo ver a través de una ventana “cómo descendían a una mujer encapuchada y encadenada de manos y piernas, de un Ford Falcon mientras dos hombres la apuntaban”.