Buscan que la ESMA sea nombrada Patrimonio Mundial

En el edificio del Casino de Oficiales, donde hoy está el Museo de la ESMA, funcionó un Centro Clandestino de Detención, Tortura y Exterminio. Según datos de organismos de Derechos Humanos, durante la última dictadura en ese sitio hubo “cerca de 5000 detenidos-desaparecidos, que en su mayoría fueron arrojados vivos al mar”.

El Museo Sitio de Memoria ESMA está cumpliendo con la agenda de Unesco para avanzar en una declaración definitiva del espacio como parte del Patrimonio Mundial, más conocido como el Patrimonio del Nunca Más, cuya lista tentativa ya integra. No es tarea sencilla integrar una nómina tan acotada a nivel mundial, informa Clarín.

La primera en abrir la Lista de Patrimonio Mundial o Patrimonio del Nunca Más fue la Isla de Gorée, en 1978, como testimonio del desgarrador tráfico de esclavos que, una de las grandes tragedias de la humanidad. En 2017 la Unesco aceptó incluir, junto con Gorée, el Muelle de Valongo, en Río de Janeiro, era el punto de llegada de los esclavos procedentes de África. Así quedó demarcada la llamada “ruta del esclavo”.

En 1979, la lista se amplió con la inclusión del campo de concentración nazi de Auschwitz-Birkenau. Genbaku Dome (Memorial de la Paz), en Hiroshima, ocupó la tercera declaración de Patrimonio Mundial en 1996. En 1999 fue el turno de Robben Island, la isla donde Nelson Mandela fue el prisionero 466/64 durante diecisiete años. El espacio ingresó a la Lista de Patrimonio Mundial con un consenso indiscutido. Y en 2005 la nómina creció con la incorporación del Barrio del Puente Viejo, en el centro histórico de Mostar, Bosnia Herzegovina, uno de los tres países que resultó de la guerra de los Balcanes. Destruido en 1993, que fue reconstruido tal y como era en 2004.

A esa lista aspira entrar el Museo de la ESMA y para ello ha constituido un comité que está concluyendo la parte técnica de la propuesta y avanza sobre las acciones que vinculen al sitio con la comunidad en su sentido más amplio. En diálogo con Clarín, la directora del Museo ESMA, Alejandra Naftal, contó detalles de las actividades que, en el marco del Plan de Trabajo Unesco, se desarrollan para sensibilizar y concientizar a la sociedad.

En noviembre, la Red de Mercociudades, de la que forma parte la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, dio un apoyo concreto a la postulación. Fueron 349 ciudades de Argentina, Brasil, Paraguay, Uruguay, Venezuela, Chile, Bolivia, Ecuador, Perú y Colombia. La declaración puso de relieve que “la paz es un valor que sostiene el desarrollo de las naciones, de las ciudades y de los territorios donde se arraiga la convivencia y el diálogo social”.

Naftal subraya que la Unesco acuñó el término “turismo ético” para espacios donde han acontecido graves hechos contra los Derechos Humanos. “Es un tema muy delicado pero inevitable, y tiene que ver con la identidad de cada país”, comenta la directora.

Este año, el Museo se propuso debatir el tema de los públicos en los sitios de memoria. “Creemos que el turismo ético tiene un efecto, pero nosotros tenemos que discutir qué significa eso para nuestra identidad y qué tipo de audiencias acuden, qué diversidad de visitantes vienen”, reflexiona Naftal.

El Museo de la ESMA, cuenta Naftal, está cumpliendo con las recomendaciones de la Unesco tendientes a agilizar el trámite que la pase de la lista tentativa a la definitiva. Señala que el expediente técnico está listo: la historia del lugar, los planos y la gestión de lo que será un sitio protegido por Unesco. La declaración de un sitio de memoria como parte del Patrimonio Mundial obliga al Museo a un compromiso: demostrar que se compromete con la conservación de las instalaciones donde se ubica el espacio por incluir en la Lista Mundial.

El compromiso de Naftal es que la comunidad se vincule con el sitio de memoria. “Es una tarea pendiente para nosotros lograr que este sitio entre en un circuito turístico, donde el público también vaya a visitar La Boca, coma un asado en el campo y también venga acá. Que un lugar como este sea declarado Patrimonio Mundial es un reconocimiento del Estado argentino de que en la ESMA se torturó y se mató gente”, señala la directora.

El 9 de diciembre de 2015 el Gobierno argentino elevó a la Conaplu (Comisión Nacional Argentina de Cooperación con la Unesco) la postulación de la ESMA como sitio de memoria. En 2016 la Conaplu envió esa propuesta al embajador argentino en Unesco, París. Y allí el espacio ingresó a la lista tentativa para Patrimonio Mundial. En esa oportunidad, el Museo de la ESMA presentó un proyecto de trabajo. El año próximo, el expediente técnico podría ingresar a Unesco.

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