En el marco del Aislamiento Social, Preventivo y Obligatorio (ASPO), y dividida en tres jornadas virtuales, durante septiembre se llevó a cabo la Segunda Reunión de Trabajo 2020 entre Museos y Espacios para la Memoria de Argentina. Los presentes expusieron en torno a la temática de conservación y mantenimiento de estos espacios.
Norberto Berner – Representante de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Para la Dirección Nacional de Sitios de Memoria estos encuentros son clave porque nos permiten pensar maneras de jerarquizar nuestras acciones y nuestras políticas. En particular, estas reuniones son muy importantes porque hablan de un tema poco conocido que sin embargo es central. También porque nos ayudan a seguir construyendo la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA ante la UNESCO, que desde nuestro último encuentro ha avanzado mucho.”
Alejandra Naftal – Directora del Museo Sitio de Memoria ESMA, CABA
“Vamos demostrando en cada encuentro que tenemos mucha necesidad de articulación. Para el Museo Sitio de Memoria ESMA estas actividades son fundamentales porque nos ayudan en la escritura del expediente, al que le dan autenticidad y legitimidad. Tenemos que seguir construyendo para lograr la candidatura pero también para construir un modelo argentino de Memoria, Verdad y Justicia que tenga un capítulo especial sobre Sitios de Memoria. Con estas reuniones vamos camino a eso.”
Alberto Aldo Orsetti – Asesor en Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Toda intervención sobre un espacio de estas características debe respetar al original. La labor es grande, porque hay que tener en cuenta que conservar es fundamental para mantener la memoria y que esta se refuerza con los restos materiales de cada lugar en particular. Cuando empezamos a trabajar en la ex ESMA, por ejemplo, teníamos que tener en claro que el edificio llegaba a nuestras manos más de cuarenta años más tarde, con lo cual lo importante era identificar las huellas que podían haber quedado de ese momento. Eso hicimos con un equipo y con mucha paciencia y trabajo. Pero la tarea no termina ahí: después de hacer los trabajos son fundamentales la capacitación y concientización en todos los sitios y espacios, porque por más que funcionen bien hay que seguir conservándolos.”
Mónica Pinto – Responsable del Programa Restaurar del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI)
“Somos el único grupo del país que tiene el equipamiento de última tecnología aplicado a bienes culturales. Nuestro fuerte es que conocemos los materiales, lo cual nos acorta mucho la investigación. ¿Cuáles son esas materialidades? Textiles, papel, madera, pintura, cuero, métodos de radiografías para poder hurgar debajo de las superficies. Respecto a nuestra intervención en el Museo Sitio de Memoria ESMA, por ejemplo, fuimos convocados porque se estaban empezando a caer las capas de pintura y empezaban a aparecer inscripciones que había que demostrar que eran viejas y no hechas por el equipo de conservación. Trabajamos en distintas salas, tomamos muestras milimétricas que después observamos con lupa y microscopio, y nos sentimos realmente útiles porque pudimos sacar a la luz algunas cosas. Entre otras, que en todas las paredes de la sala Capuchita las capas se encontraban en la misma disposición, lo cual implicaba que presentaban la misma secuencia temporal y que no era algo colocado recientemente.”
Martín Capeluto – Gerente de Patrimonio de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires
“Participé en experiencias de intervención en la ESMA en 2014 y 2015, con toda la complejidad que tiene tratar de sintetizar los conceptos y parámetros de la conservación con aquellos que restringen la intervención por ser prueba judicial. Nos encontramos con desprendimientos de capas pictóricas y de revoques, con suciedad y con carpinterías corroídas. En todos los casos, la intervencion tendió a consolidar estas capas, a conservar los estratos históricos que se encontraron, de modo que el edificio pudiera seguir hablando y permitiendo investigaciones posteriores. Todos los trabajos fueron consensuados con diversos sectores, tales como sobrevivientes, organismos de Derechos Humanos, especialistas y las autoridades judiciales.”
Camila Iglesias y Natalia Ferrero – Proyecto de obra en los ex Centros Clandestinos La Perla, Campo de La Ribera y D2, entre otros, provincia de Córdoba
“Nosotras trabajamos desde los inicios de lo que es hoy el Archivo. El edificio no tenía medidas de no innovar, con lo cual quedó muy a nuestro criterio cómo hacer para no dañar las marcas de lo que allí había pasado. Al no haber recetas, lo primero que hicimos con el edificio fue darle tiempo. Estuvimos cuatro años estudiándolo, escuchando a sobrevivientes, entrando con ellos, recorriendo. Hasta que empezamos la intervención con algo que llamamos un trabajo de decapado. Esto es: a ese edificio que primero había sido una casa y luego se convirtió en sede policial, la policía le había puesto un montón de cosas, que nosotras empezamos a sacar. En ese decapado encontramos bovedillas, múltiples capas de revoque, otras tantas de pintura, muros de adobe y tecnologías de la Colonia. Lo que finalmente decidimos colectivamente fue mostrar toda la historia de la edificación. Quien hoy hace el recorrido puede ver en las distintas salas toda la historia de sus paredes, sus pisos y sus techos.”
Laura Duguine – Ex Club Atlético, CABA
“Como otros sitios con orden de no innovar, nosotros trabajamos la conservación dependiendo de la importancia que tenga cada sector del edificio. En el caso del Atlético, nos encontramos con que teníamos que extender esa conservación preventiva ya no sólo pensando en el sitio únicamente, sino también en su entorno. Es decir, que extendimos la conservación preventiva a lo que rodea al ex Centro Clandestino. Y lo hicimos interdisciplinariamente, porque este tipo de espacios involucran muchísimas discusiones que exceden las disciplinas de la conservación, la arqueología, la puesta en valor y la arquitectura, de modo que todas las obras que se hagan tienen que tener en cuenta todos esos otros factores.”
Valeria Contissa – Ex Club Atlético, CABA
“En el caso de Atlético, los restos arqueológicos hallados se encuentran en estado de alta vulnerabilidad, principalmente producto de la transformación que tuvo desde el mismo momento en que fue demolido para la traza de la autopista, pasando por el soterramiento, la construcción de las columnas que pasan en torno al Sitio y el talud de tierra que hoy está encima del mismo. Frente a estos graves eventos, y otros más pequeños pero que van generando afectaciones cotidianas, encaramos estudios no invasivos y luego la planificación de acciones concretas para evitar, por ejemplo, que el agua y las vibraciones sigan deteriorando al sitio. La primera y fundamental de esas acciones que planteamos tiene que ver con el retiro del talud de tierra que hoy está tapando la parte grande que está faltando excavar.”
Silvina Durán- Ex Club Atlético, CABA
“El Centro Clandestino en sí funcionó dentro de lo que era el sótano de este edificio. Hoy en día se ha logrado excavar solamente el 10 por ciento de ese sótano con alto valor testimonial, lo que significa que todavía resta un montón, un 90 por ciento donde justamente están las 41 celdas individuales que se usaban en ese momento. La importancia de la excavación es enorme. Sólo en ese 10 por ciento ya hecho se han recuperado más de mil objetos arqueológicos que hoy forman parte del Sitio y que han sido reconocidos por sobrevivientes como objetos cotidianos del ex Centro Clandestino, algo que nos ayudó mucho en la interpretación de esos objetos. Tenemos que poder continuar.”
Pablo Giorno – Dirección de Sitios y Espacios de Memoria de Provincia de Buenos Aires
“Nuestra Dirección es bastante nueva y desde el comienzo uno de nuestros objetivos centrales es la preservación de los espacios. Desde que empezamos a trabajar nos hemos encontrado con distintos panoramas y hemos estado articulando con gobiernos locales, universidades y el Estado Nacional para viabilizar soluciones a los distintos problemas.
Además de la preservación edicilia, también tenemos especial interés en preservar los archivos. En esa dirección estamos trabajando fuertemente.”
Cecilia Batemarco – Instituto de Políticas Públicas en Derechos Humanos del MERCOSUR
“Entre los principios del IPPDH que tienen que ver con el aseguramiento físico de los sitios se establece que los Estados deben adoptar medidas de cualquier índole para evitar la destrucción y adulteración de los predios. Además, se alienta la realización de estudios técnicos para asegurar los distintos lugares y se insta a asegurarlos físicamente para obtener elementos de prueba que puedan ser valorados judicialmente.”
Stella Gavilán – Equipo Técnico de Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Nuestra misión es la conservación y salvaguarda de los ex Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio. Para eso es fundamental el trabajo interdisciplinario que incorpore una perspectiva adecuada y consiga consensos sobre este modo de intervención tan particular. Es una experiencia que se adquiere día a día y que se aprende en el trabajo de campo. En nuestro caso ya abordamos distintos casos mediante las acciones de conservación preventiva, curativa y la restauración. Con todas ellas el desafío es garantizar la accesibilidad de estos espacios que no fueron concebidos para ser visitados y estudiados.”
Cristina Godoy y Daniel Giganti – Equipo Técnico de Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Nosotros trabajamos con la conservación preventiva, que es una acción que tiene como objetivo minimizar los deterioros y pérdidas no interviniendo directamente en el bien. Para poner un ejemplo, estuvimos en el Regimiento de Infantería N° 9 Coronel Pagola, de Corrientes, y allí había un árbol de grandes dimensiones que estaba apoyado sobre el techo de fibrocemento del galpón, por lo cual corría el riesgo de caerse. Decidimos gestionar una poda de este árbol pero como había orden de no innovar tuvimos que hacer una capacitación para que el personal del municipio supiera cómo accionar. Se les contó del resguardo patrimonial y la historia de lo sucedido allí.”
Oscar Duarte y Jorge Cuello – Equipo de conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Nosotros trabajamos con la etapa de la conservación curativa. Algunos de los trabajos que hemos realizado en la ex ESMA tuvieron que ver, por ejemplo, con hacer cambios artesanales del techo de tejas, fundamentalmente en Capucha, Capuchita y Pecera. Hablamos de artesanales porque cambiamos teja por teja para poder cumplir con la menor intervención posible del bien patrimonial. Eso es importante de entender y diferencia al trabajo en estos sitios de cualquier otro similar.”
Julián Gourdy – Equipo Técnico de Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Otra de las etapas de nuestro trabajo es la restauración, que es un caso excepcional, menos buscado y que interviene directamente sobre el bien, con todo lo que eso implica. También en esta instancia la tarea debe ser consensuada, trabajada interdisciplinariamente y con un aviso previo a la Justicia para que autorice la intervención. En el caso de la ex ESMA, la restauración implicó un trabajo previo de establecer criterios entre distintas disciplinas.”
Ricardo Poggio y Marina Dutroc – Equipo Técnico de Conservación de la Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“Nosotros trabajamos en la investigación inmaterial. Nos integramos al equipo para ayudar a enriquecer el contexto de la materialidad hallada, intercambiando permanentemente información con los compañeros que trabajan en la parte material. Nuestra tarea tracciona a pensar las posibilidades de que haya materialidades ocultas o que pasan desapercibidas a partir de testimonios e investigaciones. Es un desafío porque no hay disciplina que nos haya preparado para este tipo de trabajo. Tenemos que ir encontrando distintas herramientas para llevarlo a cabo.”
Walter Silva – Ex Olimpo, CABA
“Los trabajos en Olimpo fueron todo un desafío, porque funcionó entre agosto del ´78 y enero del ´79 y después de eso fue reconvertido en un taller. O sea que durante todo ese tiempo estuvo a expensas de modificaciones, pinturas, recubrimientos y de todo tipo de trabajos. Donde había puertas de repente había paredes y donde había paredes, ahora había ventanas. De modo que lo primero que hubo que hacer fue comprender y comparar, en esa nueva configuración, lo que decían los testimonios. Lo que se hizo a nivel conservación y recuperación fue primero observar muchísimo los ambientes, luego ampliar el mapa testimonial para darle nombre a cada sector e investigar cada rincón, y luego empezar a intervenir las paredes donde se veían irregularidades para tratar de encontrar restos materiales de lo que fueron las celdas, por ejemplo. De a poco pudimos comprobar que las medidas de las que hablaban los testimonios eran similares a las que empezábamos a encontrar con esas técnicas.”
María Turull – Museo Sitio de Memoria ESMA, CABA
“En la experiencia de construir el expediente de postulación del Museo Sitio de Memoria ESMA ante la UNESCO, lo que se hace no es generar nuevas investigaciones ni nuevos trabajos de conservación sino recoger lo existente para demostrar la consistencia en cuanto a la capacidad institucional del Estado argentino de que éste sea un Patrimonio Mundial. A partir de analizar esas distintas etapas de conservación encontramos que hay cuatro áreas diferenciadas que atañen al valor universal excepcional: aquellas en las que tienen prioridad la conservación y restauración, otras que son áreas de conservación y refuncionalización, otras de mantenimiento, y otras sin intervención. A raíz de ese trabajo confirmamos la importancia de pensar las claves de conservación a largo plazo de todos los sitios, no sólo del Museo. Nos sirvió para darle un orden y un marco a todas las acciones de conservación que se vinieron dando y que hacen que el Sitio haya llegado hasta nosotros como está hoy.”
Antonella Di Vruno – Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos
“El Ente está pasando por una revisión de sus objetivos y uno de ellos tiene que ver con la presentación de un plan maestro de mantenimiento y conservación de los espacios en uso. Estamos poniendo un punto de atención respecto a los edificios históricos que cumplieron una función dentro del sistema represivo y que necesitan más cuidado y más obras. Cada una de las instituciones que está utilizando esos edificios tiene que cumplir con protocolos que respeten la no alteración de las condiciones originales y nos estamos poniendo estrictos con eso. Es una tarea ardua pero necesaria en el marco de nuestra responsabilidad con los 31 edificios que habitan el predio de 17 hectáreas.”
Sabrina Osowski – Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos
“Hacemos un fuerte trabajo sobre edificios históricos, que son aquellos que al día de hoy tienen un probado vínculo con la actividad represiva. Los objetivos tienen que ver con ponerlos en valor y preservarlos teniendo en cuenta que muchos de ellos se encuentran en estado de avanzado deterioro. La enfermería, por ejemplo, está viniendose abajo, en estado técnicamente ruinoso, y se hace urgente conservar las marcas y huellas de uso y función. Lo mismo el taller de automotores, cuya puesta en valor ya está en marcha, aunque demorada por la pandemia. Para ese caso los criterios de conservación tienen que ver con detener el deterioro, restaurar dando cuenta de los cambios realizados, señalar marcas de uso y tiempo y no alterar la estructura original. Por su parte, los criterios de intervención se harán con soportes, materialidades y operaciones que puedan señalar con marcas las funciones del espacio, pero siempre integrándose a la gramática propia de un taller de automotores.”
Wenceslao Cascallares – Ente Público Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos
“Con el equipo recibimos el predio en el año 2010. En ese momento ya hacía por lo menos seis años que no había ningún tipo de mantenimiento ni intervención, al menos no hay registros de eso. De ese tiempo a esta parte se hicieron obras contemplando el cambio de paradigma de pasar de un espacio cerrado a un espacio abierto, visitable. Esa refuncionalización del predio en función de la visita fue un eje prioritario del trabajo, junto con el mantenimiento de techos para evitar el deterioro que estaba produciendo el agua, la renovación de la infraestructura y nuevas demandas que fueron surgiendo de los nuevos usos, como una nueva red de fibra óptica y cableado. Encararmos en paralelo todos esos trabajos para que cada edificio pudiera dar cuenta de su nuevo valor como institución.”
María Julia Portas – Ex Infierno de Avellaneda, provincia de Buenos Aires
“En marzo de 2016 pudimos empezar a transitar este espacio que había ocupado la Policía Bonaerense. Habían dejado todo roto, sin luz, sin agua y sin gas. Fue complejo pensar en cómo encarar los trabajos sin presupuesto y sin un Estado presente como el de aquel momento. Pensamos muchas estrategias y nos salió buscar un aliado en el territorio para poder hacer los primeros rastreos técnicos, que fue la Universidad Tecnológica Nacional de Avellaneda a través de un convenio. La institución puso un equipo técnico que vino a trabajar al espacio y a partir de un rastreo termográfico relevamos todos los espacios y pudimos dar cuenta de esas diferencias que veíamos entre los testimonios que teníamos y los espacios que transitábamos todos los días. De todos modos, pese a ese trabajo, el edificio todavía tiene grandes deudas. Una es poder detener el paso del tiempo y preservarlo en los mejores términos posibles y otra tiene que ver con poder establecer una museística que nos permita que el recorrido no sea solamente desde la palabra sino también desde la materialidiad.”
Zulema Chester – Ex El Chalet (Hospital Posadas), El Palomar, provincia de Buenos Aires
“En 2005, El Chalet fue declarado Sitio de Memoria y comenzó una etapa distinta a la de los años anteriores, cuando el edificio se había usado para una escuela primaria y como sede de la Escuela de Enfermería de la UBA. Pero las disputas de poder fueron dilantando sistemáticamente el proceso de conservación y funcionamiento del espacio. En 2016, gracias a la intervención de Alberto Orsetti, que llevó adelante un análisis con posterior diagnóstico del deterioro del edificio recomendando acciones de conservación, fue posible la firma de un convenio entre el Archivo Nacional de la Memoria y las autoridades del hospital. Pero nuevamenta la falta de presupuesto detuvo los trabajos. Hoy la Secretaría de Derechos Humanos retomó su compromiso aunque justo nos agarró la pandemia. Estamos esperanzados con que este trabajo de conservación empiece a funcionar.”
Marta Argañaraz – Comision por la Memoria, Verdad y Justicia de Zona Norte, provincia de Buenos Aires
“En 2016 hubo un avance de una empresa privada sobre el predio del ex astillero ASTARSA, donde está La Anguilera, e hicimos un trabajo muy fuerte para preservarla. Lo que decidimos fue tener bien delimitadas las coordenadas y la referencia geográfica del hoy Sitio de Memoria para poder avanzar concretamente con nuestros reclamos frente al municipio de Tigre y frente a esa empresa que estaba llevando a cabo esa obra para hacer un barrio cerrado. Fue un trabajo que le pedimos a la Facultad de Arquitectura y a la arquitecta Majul, que recorrió La Anguilera y tomó los puntos de localización geográfica que nos sirvieron para seguir defendiendo el lugar y pedir su declaratoria. Creo que es importante que recuperemos y conservemos los lugares de memoria pero recuperando y conservando también lo que querían y buscaban los compañeros y compañeras desaparecidos allí. Las demandas militantes de esos compañeros en pos de transformar la realidad todavía están a flor de piel y nos corresponde conservarlas y seguirlas, porque eso es justamente lo que la derecha quiere borrar.”
Bibiana Gómez Cabrera – Dirección de Derechos Humanos de Morón, provincia de Buenos Aires
“El ahora Espacio de la Memoria Mansión Seré había sido quemado y abandonado hasta el retorno de la democracia, de modo que no tiene estructura. Lo que se hizo fue promover una articulación con una empresa e intentar observar las anomalías del abovedado mediante excavasiones. La superficie a excavar no la abrieron en su totalidad sino que fue un trabajo escalonado. Lo interesante fue que se utilizaron protocolos de conservación aptos para que los vecinos y vecinas del lugar pudieran visitarlo aún cuando se estaban llevando a cabo esos trabajos.”
Ramiro Bavastro – Dirección Nacional de Sitios de Memoria
“En todos los relatos de los distintos espacios y sitios encontramos una lucha de resistencia, a veces desde el Estado, a veces desde una organización civil, pero siempre para cuidarlos y preservarlos. Hasta hace muy poco se intentó cercenar esto y aún en los casos en los que han logrado destruir la materialidad, siempre hemos podido intervenir y contar la historia de esos lugares y esto es fundamental.”
Mauricio Cohen Salama – Museo Sitio de Memoria ESMA, CABA
“Todo este trabajo de conservación de los distintos espacios y sitios nos deja en claro que, más que punto de partida, el interés por el patrimonio es el punto de llegada de estas intervenciones, porque el punto de partida real fue la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia. El patrimonio histórico generalmente tiene otras dinámicas, en cambio acá estamos hablando de un patrimonio hostil, incómodo, molesto. En ese sentido, el camino es diferente, pero tiene de especial que es parte de la creación de un consenso social. También tenemos que empezar a pensar cómo van a ser estos lugares cuando no estemos, cómo los van a ver las futuras generaciones.”
Mayki Gorosito – Museo Sitio de Memoria ESMA, CABA
“La idea de la candidatura del Museo Sitio de Memoria ESMA a la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO es poder aportar algo en el el fortalecimiento de todo el trabajo y el compromiso que llevan a cabo todos los sitios y espacios y que se plasma en el recorrido que compartieron a través de estas increíbles experiencias de conservación.”